miércoles, 17 de junio de 2015

10 señales de que tu vida es muy pobre espiritualmente


No necesitas ser un yoggi obsesionado para tener una vida rica de espíritu. El equilibrio es lo importante. Revisa si realmente estás dándole algo de comer a tu espíritu. Es importante.

1- Jamás te detienes a contemplar la naturaleza
Puede haber un atardecer espectacular, un cielo mágico y tú no observas con detenimiento. No te das la oportunidad de disfrutar la naturaleza y su magnificencia. Simplemente no estás conectado con la madre tierra. Un simple vistazo rápido te es suficiente.

2- Pocas veces tienes pláticas profundas y verdaderas
Tus temas de conversación son banales y sin detalles. Eres malo escuchando historias que no involucren chismes o burlas. Pones muy poco interés en profundizar y conocer el alma de las personas que te rodean. Tampoco das consejos ni tratas de ponerte en los zapatos de los demás. Andas muy desesperado.

3- No permites que tus amigos exploren tus sentimientos
Te tratan por encimita, jamás cuentas algo que verdaderamente te defina. Está bien ser hermético, cada quién, pero hay momentos en los que el ser humano es como una olla express, si no sacas lo que llevas guardando por tanto tiempo explotas. Trabaja tu confianza. Dale la oportunidad a tus amigos de conocerte bien.

4- Nunca has hecho nada por alimentar tu espíritu
En tu vida has sido parte de una sesión de yoga, meditación, temascal, plantas sagradas medicinales o un retiro espiritual. Es más, jamás te has dado ni tres horas para autoanalizarte y sacar conclusiones. Es hora de que inviertas tiempo en estas poderosas situaciones que cambiarán tu perspectiva.

5- No crees en la meditación
Aunque hay miles de estudios científicos que comprueban la eficacia de la de meditación para reducir la ansiedad, el estrés y la tristeza, tú sigues pensando que son tonterías de forevers. Tienes enfrente de ti la solución a tus conflictos y no la tomas.

6- Te importa mucho lo material
Crees que las personas valen lo que valen por su apariencia o por las cosas superficiales que poseen. No te has dado cuenta de la maravilla que es vivir libre de estos prejuicios tontos. Sigues buscando compañía por conveniencia. No construyes relaciones profundas y del alma.

7- Tus actividades son principalmente trabajar y enfiestar
Tu vida es rica en alcohol, en fiestas y en adicción a la oficina, pero no te has detenido a analizar: ¿qué más cosas de provecho y enriquecedoras podrían darle sentido a tus días? La vida no es solo trabajar y enfiestar. Involúcrate en deportes, pasatiempos y viajes que le den estabilidad a tu mente.

8- Estás lleno de mañas, resentimientos, traumas y miedos
No caminas viendo el futuro de manera positiva. A todas las personas les encuentras peros, no eres compasivo ni mucho menos adaptable.

9- Peleas todo el tiempo con tu pareja
Cuando todo en tu interior está mal se refleja en el exterior. La agresividad y la inestabilidad provienen de tu falta de espíritu. Enfócate en tu seguridad, en tu amor propio, en construir confianza y fe en el otro. Cree en lo positivo, no siempre des por hecho lo malo.


10- No sabes estar solo
Necesitas a alguien al lado. Más tardas en llegar a tu casa que ya estás echando telefonazos para ver a quién ves o quién te la sigue. Jamás has experimentado largos periodos contigo mismo y te da mucho miedo la soledad. No te eres suficiente. Trabaja en ti. A largo plazo lo agradecerás.


Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)

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