lunes, 2 de febrero de 2015

El escándalo Hermann Nitsch

La semana pasada el museo Jumex fue el tema de conversación número uno en las redes sociales. La exposición que tenían prevista para el próximo mes del famoso artista austriaco Hermann Nitsch causó mucha controversia. Animales muertos, sangre y viseras forman parte de su propuesta. Aunque la especulación distorsionó lo que realmente se presentaría. Dijeron que Nitsch descuartizaría animales vivos en un performance y que acciones crueles y despiadadas se llevarían acabo en el museo. Todo esto era totalmente falso. Hablé con Michel Blancsubé curador responsable del Museo Jumex, --mejor ir directamente con la fuente confiable, en vez de estar especulando--, y durante la llamada telefónica me contó que esta muestra no contará con ningún animal vivo o muerto presente. No habría tortura, ni descuartización. Sin embargo, sí iba a haber algunas fotografías y videos de acciones pasadas que realizó este artista en la Bienal de la Habana en la que utilizaba animales muertos comprados en rastros.
El Accionismo vienés, movimiento al que pertenece este artista y que se desarrolló en los años sesenta, estaba vinculado a lo radical, a lo transgresor y a degradar los símbolos e ideologías establecidos por la sociedad. Comprendo que el señor fue un ícono y una punta de flecha de su época, aunque eso no quiera decir que a la fecha este tipo de radicales causen el mismo impacto. El mundo ya está demasiado deteriorado con las acciones no artísticas como para ofrecer un espectáculo sangriento en el que animales muertos son su materia prima.

Para su desgracia los mexicanos no enaltecemos méritos arcaicos. Hay demasiada información y mucha gente con visión futurista que simplemente no quiere esa masa densa que involucre cadáveres en el escenario artístico. En video, en vivo o en fotografía, simplemente no lo quieren. Me parecería completamente retrógrado de parte de nosotros que se prohibiera el concierto de Madonna porque habla mal de Dios, o que Miley Cyrus no pueda salir en televisión por enseñar el trasero (por decir algo), pero no me parece retrógrada que obstaculicemos una exposición cruel e innecesaria. Ya no hay animales en los circos, mucho menos debe haberlos en un museo. No nos impacta tus recursos del año de la canica Nitsch y el 99% de los mexicanos no somos pretenciosos fantoches del mundo del arte que te alaban por lo que lograste hace más de cincuenta años. Eres como el músico que no cambia de tonada para conservar la misma popularidad. One hit wonder. El mundo te exige algo más elevado, aprende a transgredir sin necesitar gente llena de sangre en medio de tu show. Demuestra que tu genialidad puede impactar por medio de belleza, algo que necesita urgentemente el Museo Jumex para recuperarse de esta mala elección.



Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)

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