jueves, 26 de junio de 2014

¿Fumar o no fumar marihuana? He ahí el dilema



Sin afán de que me tachen de liberaloide quiero confesarles que me impacta que en pleno siglo XXI siga habiendo gente que le tiene miedo a la marihuana. Una cosa es no ser usuario frecuente y otra muy distinta es nunca haberla fumado, ¿a qué le tienen tanto miedo?
Durante mi vida como usuaria frecuente me he topado con distintas situaciones muy cómicas que les quiero contar. No es raro ser la amiga pacheca y que los amigos no pachecos te pidan que los inicies en este mundo del pachequismo. En un principio, amaba hacerlo, quien me pedía probarla por primera vez le daba y lo acompañaba en su viaje feliz de la vida. Ahora le huyo a los primerizos. Bueno, dependiendo de su background. Pero si son de familia mocha y cerrada por lo general sus prejuicios inculcados no les permiten disfrutar un buen porro. Los traumas los invaden y la paranoia los pone muy freaks. Y es que fumar mota implica una situación inevitable: en algún punto del viaje te ves a ti mismo, y si no te gusta lo que ves, te sacas de onda.
La primera mala experiencia que tuve fue con un pariente cercano. Fumo tres jales, --se los juro--, no más, y le dio tal paranoia que lo encontré en el kilómetro 21 de la carretera rumbo a Cuernavaca. Estábamos en Tepoztlan. Dice que unos “judiciales imaginarios” lo comenzaron a perseguir (¡no mames!). Llegando al restaurante donde estaba refugiado lo vi sentado en una banquita mientras la señora de las quesadillas lo cuidaba. Ella fue quien me llamó y me dijo dónde estaba, de lo contrario hubiera pensado que estaba perdido. Lo metí al baño para mojarle la cara, quería que reaccionara, pero solo decía cosas como: “cállate, cállate, nos están escuchando”. Una pesadilla. La segunda ocasión fue con los amigos de mi hermano, a los cuales les di brownies sin decirles que tenían un ingrediente especial. Lo acepto, les hice esa travesura. Un rato después cuando voltee a ver a uno de ellos estaba besándose de lengua con mi perro. Se los juro, y otro lloraba porque su mami lo iba a cachar. La tercera mala experiencia fue en la serpiente de la UNAM: a una amiga le dio la pálida y no podía caminar. Bajarla de la punta más alta de esa escultura fue un pedo.
Hay que aceptarlo hay personas a las que no les cae, pero para descubrir eso hay que probarla. A mi en lo particular me abrió un tercer ojo. Recuerdo que mi primer experiencia fue maravillosa: reí horas, se me ocurrieron cosas increíbles, mi perspectiva de la vida se amplió y la adopté como una herramienta de relajación y disfrute. Conozco incluso personas que son más divertidas pachecas que en sus cinco sentidos. Me parecen bastante estúpidos los argumentos de las personas fresas que me dicen “la neta tengo una personalidad muy adictiva: probé el chupe y me hice fan, probé el cigarro y tengo el vicio. Si pruebo la mota voy a valer madres”, “es que esa cosa es para albañiles, ¿no?” o “fumar mota es la puerta a todas las drogas”. Esas personas son las mismas que piensan que el ser gay es una enfermedad, seguramente. ¡Qué jalada, qué horror ser así! Podría firmar que serían mejores personas si bebieran menos y fumaran más. Deberían desarrollar su tercer ojo de alguna manera. Ver hacia el futuro. ¿Qué intentan demostrar muriendo sin haber probado nada? Nadie les va a dar un trofeo, ni el mismísimo Cristo. Creo que el 2014 es el momento perfecto para quitarnos los prejuicios y abrir paso a una nueva generación de visionarios. Bye a los miedos absurdos, basta de creerle al gobierno que prohíbe lo que le conviene para tener una sociedad sedada y temerosa. La marihuana es una planta sagrada con poder y carácter, merece respeto y una posición no oculta dentro de nuestra sociedad. Quienes permanezcan en la ignorancia allá ellos, pero el futuro del mundo no está atado a las personas ancladas en un puerto sin salida. El mundo tiene demasiadas cosas terribles a las cuales tenerles miedo, como para que la marihuana sea una de ellas. Déjense de jaladas y legalicen la hierba. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow yanis tienes mucha razón pero la gente es de mente cerrada como dices y no entiende muy buen post ❤
-Franky

Julian dijo...

Algún día llegue a pensé lo mismo que mencionas "Si pruebo la mota voy a valer madres" y no fue asi y claro que te abre mas la mente!